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Soy el sintiente y el sentir, no mis pensamientos y sentimientos
por Xavi Santamaría
Algunas de las más recientes filosofías y un gran número de “antiguas filosofías” relacionadas con la espiritualidad como por ejemplo el budismo en el cual no existe dios hacen referencia a que “creen en todos los seres sintientes”.
Para ellas, tú eres “el sentiente” y “el sentir”, un término que cada día está adquiriendo más auge en el mundo espiritual pero…
¿A que se nos referimos cuando hablamos del “ser sintiente” y “el sentir”?
¿Dónde quedan los sentimientos en toda esta amalgama de palabras y conceptos?
Para poder entender mejor estos conceptos y llegar a la conclusión de todo ello, utilizaremos un símil con un rio. Tú serias como un rio “el sentiente” por el que constantemente circula el agua, “los sentimientos” y el fluir de esa agua por el rio no sería más que “el sentir”.
El rio (tu, el ser sintiente) está allí, inmutable en toda su magnitud y grandeza… con sus cascadas, sus saltos de agua sus rápidos, su calma… siempre imponente y majestuoso por los tiempos de los tiempos, generando vida. Impasible a lo que sucede a su alrededor, solo siendo sin modificar nada, aceptando y dejando que el agua fluya por él y recibiendo lo que la vida le trae.
El agua, son esos sentimientos que van circulando a través del rio, pero…
¿Te has planteado alguna vez que un rio nunca divide el agua en gotas?
¿Te has planteado que al rio le da igual si al agua baja rápida, lenta, turbia, verde, azul…?
¿Te has planteado que si algo intenta parar el agua, está siempre busca un nuevo camino para seguir su avance?
Eso es lo que haces tú con tus sentimientos (agua), la vas adjetivando y dándole diferentes nombres a las gotas y así la separas del "sentir” dividiéndolo en sentimientos.
Para adjetivarlos, necesitas asociarlo a una historia, generalmente inconsciente para darle veracidad a ese sentimiento, ya sea con algo vivido anteriormente o con alguna explicación que te hayan dado de que es ese sentimiento olvidándote que realmente eres el fluir del agua (el sentir), no el agua, pues solo existe el sentir y los sentimientos son la división de ese sentir.
Llegas a tal punto, que te crees que eres ese sentimiento (las gotas de agua), pues la vida la descodificas en sentimientos.
¿Por qué te sientes vivo? Por qué sientes. ¿Cómo vives la vida? A través de tus sentimientos, y aquí llega el momento cuando decides ir a la mente en piloto automático, ego.
¿Soy patoso… estoy siendo patoso… o en una situación concreta me siento patoso? Pues si te rodearas de gente que considerases más patosa que tú, dejarías de ser patosos… de sentirte patoso…
¿Soy guapo, estoy siendo guapo… o me siento guapo? Respecto a que, ¿a la media de mi entorno, de los cánones de la sociedad…? Simplemente te estas sintiendo guapo.
Y así te has creído que eres la división de ese sentir... te has creído que eres ese sentimiento (patoso, guapo, tranquilo, rico, activo…), pues tú no eres eso, TU SIENTES CONSTANTEMENTE.
¿Qué pasa si intentas para el agua (sentimientos), si la bloqueas?
Que esta buscara un nuevo camino para seguir fluyendo, o tarde o temprano desbordara, que es lo que nos pasa cuando nos negamos a sentir que tarde o temprano explotamos… y una vez aquí, cuando aceptemos que somos “el sentir y el sentiente” podremos conectar con el lecho del rio… que siempre está ahí, nuestra paz interior, que deja que el sentir fluya constantemente, pues es la base por donde fluye todo.
El rio no divide el agua en gotas, no adjetiva como es el agua y sea como sea el agua el rio es rio (el sintiente)… y el agua fluye por el (el sentir)…
Cuando observes el juego de la división constante del sentir y tu asociación con los sentimientos poco a poco podrás reconocerte como el sentir y despertarás a ese sintiente que duerme dentro tuyo…impersonal, magno, infinito que sucede en cada instante.
¿Qué tal si jugamos por un instante a ser un rio? ¿Serias capaz de dejar fluir tu agua sin dividirla y adjetivar para convertirla en “el sentir”?
Vivir desde el amor.