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Druidas y Celtas, el Shamain y Heloween
por Xavi Santamaría
Halloween o Noche de brujas, proviene de la tradición celta, el Shamain de hace más de 3000 años.
Sobre la religión de los druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se transmitía de generación en generación. Sí sabemos que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los espíritus» y con ello se iniciaba el año nuevo celta.
El calendario celta dividía el año en dos partes, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las «tres noches de Samonios».
Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año durante las cuales se celebraban festivales. El calendario de Coligny fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola.
Los antiguos pueblos celtas, llegado el final de Octubre, solían celebrar una gran fiesta para conmemorar ”el final de la cosecha”, bautizada con la palabra gaélica de Samhain. Significa, etimológicamente, "el final del verano".
Esta fiesta representaba el momento del año en el que los antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y sacrificaban animales. Se acababa el tiempo de las cosechas, y a partir de entonces, los días iban a ser más cortos y las noches más largas.
Los celtas creían que en esta noche de Samhain los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales. Encendían grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus, más tarde los celtas se vistieron con cabezas y pieles de animales mientras que los sacerdotes de druida realizaban sacrificios con fuego para celebrar el día de un modo más cristiano La costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano.
Así, el Shamain era un día la meditació y recuerdo, para realitzar balance del año transcurrido que coincidia con el fin de las cosechas. En los paises saxones y la inmigración de irlandeses católicos en 1846, llevó la tradición al continente americano transformándola en Halloween., tomando parte de su simbologia con las calabazas (Jack o'Lanterns).
La fecha del 1° de SAMONIS, que significa "reunión", y es el equivalente a nuestro 1° de noviembre, los celtas iniciaban el año. La llegada del cristianismo lo transformó en el día de Todos los Santos (y todos los Difuntos).
Un punto de vista interesante para tener en cuenta es que este festival se asociaba con el aire. Agua, fuego, tierra y aire eran categorías de aprehensión de la realidad de todos los indoeuropeos y también de muchas otras culturas.
¿Quiénes eran los celtas?
Un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Procedían originariamente de Asia, se estableció en el occidente de Europa, en el siglo XX a.C. ya habitaban el centro y norte de Europa.
Para el año 1000 a.C. se extendieron por las Islas Británicas, norte de Francia, parte de Suiza y norte de Italia. Invadieron España en el siglo IX a.C. Su lengua era indoeuropea, de la cual se conservan escasos registros literarios.
Para el siglo IV a.C. fueron desplazados del centro y norte de Europa, a consecuencia de las llegadas de otros pueblos, los grupos germánicos.
La tradición de las calabazas.
La costumbre de ahuecar y tallar una calabaza para convertirla en un farol llamadoJack-o-lantern tiene su origen en el folklore irlandés del siglo XVIII.
Según se cuenta, Jack era un notorio bebedor, jugador y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un roble.
La leyenda cuenta que en una ocasión, se le apareció Satanás con intenciones de llevarlo al infierno. Jack lo desafió a trepar al roble y, cuando el diablo estuvo en la copa del árbol, talló una cruz en el tronco para impedirle descender. Entonces Jack hizo un trato con el diablo: le permitiría bajar si nunca más volvía a tentarlo con el juego o la bebida.
La historia dice que cuando Jack murió no se le permitió la entrada al cielo por sus pecados en vida, pero tampoco pudo entrar en el infierno porque había engañado al diablo. A fin de compensarlo, el diablo le entregó una brasa para iluminar su camino en la helada oscuridad por la que debería vagar hasta el día del Juicio Final.
La brasa estaba colocada dentro de una cubeta ahuecada "llamada nabo" para que ardiera como un farol durante mucho tiempo.
Los irlandeses solían utilizar nabos para fabricar sus "faroles de Jack", pero cuando los inmigrantes llegaron a Estados Unidos advirtieron que las calabazas eran más abundantes que los nabos. Por ese motivo, surgió la costumbre de tallar calabazas para la noche de Halloween y transformarlas en faroles introduciendo una brasa o una vela en su interior.
El farol no tenía como objetivo convocar espíritus malignos sino mantenerlos alejados de las personas y sus hogares.