Xavi Santamaria

Y llegado el momento el observador se despersonaliza, se deshacen todos los hilos que el yo ha ido tejiendo en una telaraña que parecía indestructible, cada nudo que se deshilacha rompe el vinculo con tu asociación egóica liberándote por fin de sus cadenas.

Quizá aparezca miedo, pero eso no es mas que tu yo intentándose conectar de nuevo por miedo a saberse parte de la ilusión. Observa de nuevo esa sensación de saberte nada sin un yo, reposa en su calma, su paz, su felicidad y déjate invadir por el gozo de no saberte, de solo sentirte.

Y una vez trascendida la ilusión de que todo es una ilusión, saltarás al vacío y reposarás en el no esfuerzo surgiendo la experiencia de disolución y fundiéndose todo en todo sin ser tu nada, pues el yo ha dejado de conceptualizar, de separar, de asociarse con algo... y en la expansión de tu consciencia te reconocerás como conciencia sintiendo algo que no podrás aprehender, sabiendo que eres eso, que todo es eso, que retornaste a tu fuente por un instante infinito...

Repentinamente retornaras al mundo de las ilusiones ya sabiendo que nada es real, sabiéndote un todo fraccionado en nada y surgirá una nueva forma de pensamiento que germinara en ti.