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Artículos

El ego según la tradición tibetana (Dak-dzin)

por Xavi Santamaría

El ego, en tibetano Dak dzin cuya traducción se asemejaría a “apegarse a un yo” es la idea no real generada por la mente cuando esta tiene el control sobre ella misma. Esta idea no permite el verdadero conocimiento de quien somos realmente, creando una identidad errónea que generara movimiento mental continuo para que no podamos ver que es una ilusión, y esa ilusión es asumida como realidad para nosotros, pero quien posee el control es la mente.

 

Este control lo ejerce generando pensamientos conscientes o inconscientes, una charla continua, diferentes personajes que van activándose según sus necesidades, cambiando constantemente y la función de esto no sería otra que mantener esa ilusión y así no ser descubierto y no dejarnos ver, conectar, con la verdadera naturaleza de la mente.

 

El ego no es mas que una construcción de nuestra mente a la auto idea de un Yo, a creer ciegamente que somos esa auto idea, que somos esa persona que ha creado la mente identificándonos cien por cien en ella, sin plantearnos que quizá no llevemos el control nosotros sino la mente, identificándonos con que somos mente y no con que somos la idea que ha generado y a la que hace que constantemente nos apegemos con sus pensamientos, deseos, ideas, conceptos… para tener el control, seguir alimentando esa construcción, mantenerse y no ser descubierta, ya que si fuese descubierta perdería el control.

 

El engaño es el juego que utiliza el ego para no ser descubierto, haciéndonos creer que su interés es el nuestro, y llegando al extremo de que su supervivencia es la nuestra y que somos él, siendo esto la raíz de todo sufrimiento, la mente controlándonos a nosotros a través de la idea que somos ella y no nosotros controlándola, estando al servicio de ella y no ella a nuestro servicio.

 

Constantemente el ego utiliza al miedo de que perdamos el control, de que no podamos vivir sin él pues la simple idea de vivir sin el "yo" que ha inventado, al no a haber experimentado la verdadera naturaleza de nuestra mente y no conocerla, no existe para nosotros otra salida.

 

Pensamos que vivir sin el Ego (sin esa auto idea del yo) sería igual a morir, y nuestro cerebro reptiliano está programado para la supervivencia pero cuando nos planteamos que quizá nuestras acciones, forma de movernos, reacciones, pensamientos… no son controladas por nosotros sino por el ego, por nuestra mente que ha cogido el poder, nace el conocimiento que existe una realidad alternativa y que lo que estamos viviendo es una ilusión creada por la mente que nos controla, el Ego y que podemos observarla y utilizarla en nuestro beneficio y desapegarnos de esa idea del yo.

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